Introducción: Cuando el papel no basta
En la industria, muchos proyectos técnicos comienzan con una propuesta sobre planos, especificaciones en fichas técnicas y largas cadenas de correos. Sin embargo, todo esto puede ser insuficiente si no se valida en campo. Las condiciones reales —espacio físico, interferencias, condiciones de trabajo, accesos, normas internas, riesgos y requerimientos eléctricos— no siempre están bien documentadas o actualizadas. De ahí que una visita de campo sea más que una formalidad: es un paso crítico para garantizar el éxito de cualquier proyecto técnico o instalación.
Muchos proyectos industriales fracasan en sus plazos, costos o resultados simplemente por falta de información precisa y contextual desde el inicio. Las visitas de campo son una herramienta vital para evitarlo.
¿Qué se identifica durante una visita de campo?
Durante una inspección en planta, los especialistas pueden observar y registrar una serie de variables que no se aprecian en documentos. Por ejemplo:
- Estado real de los equipos (corrosión, vibraciones, fugas, modificaciones no documentadas)
- Condiciones del entorno (temperatura, humedad, polvos, accesos restringidos)
- Condiciones físicas del sitio: accesibilidad, espacio, ubicación de equipos.
- Condiciones técnicas reales: presión, temperatura, vibraciones, alineación.
- Compatibilidad eléctrica o mecánica con nuevos equipos o actualizaciones futuras
- Tuberías, conexiones, válvulas y sellos existentes
- Requerimientos de seguridad del cliente: zonas ATEX, permisos, rutas de evacuación.
- Restricciones logísticas para transporte e instalación
¿Por qué algunos clientes no permiten visitas de campo?
Hay que tener en cuenta que cada empresa tiene sus reglamentos, así como responsables internos con distintos intereses o enfoques. Esta es una parte crítica que se debe tratar con empatía y entendimiento.
Entre las principales razones para no permitir o limitar las visitas de campo:
- Preocupaciones de confidencialidad: temor a exposición de procesos internos o tecnologías propias.
- Protocolos de seguridad estrictos: en plantas de alta criticidad, como refinerías o farmacéuticas.
- Burocracia interna o carga administrativa: procesos complejos de ingreso o aprobación.
- Percepción de que no es necesario: especialmente cuando el proveedor no ha explicado adecuadamente el valor de la visita.
- Falta de tiempo o prioridad: si el cliente no percibe la urgencia o importancia.
Responsabilidad de las partes durante las visitas de campo
Este punto es clave. La correcta ejecución de una visita de campo implica compromiso y responsabilidad compartida entre cliente y proveedor.
Cliente:
- Permitir el acceso seguro y programado
- Brindar información operativa
- Facilitar la interacción con personal de planta
Proveedor:
- Explicar con claridad la finalidad y beneficios de la visita.
- Garantizar confidencialidad (acuerdo NDA si aplica)
- Presentar personal capacitado y con EPP adecuado.
- Documentar hallazgos y ofrecer alternativas viables.
Hay que tener en cuenta que en algunos casos, el cliente teme compartir información sensible. Esto es 100% válido, sin embargo, eso puede abordarse con acuerdos de confidencialidad y protocolos de acceso seguro. Lo que no es viable es diseñar a ciegas.
Conclusión: ver para creer… y para diseñar bien
Una visita de campo oportuna puede ser la diferencia entre un proyecto exitoso y uno lleno de problemas. No es un gasto ni una pérdida de tiempo, sino una herramienta de prevención. Porque en la ingeniería, anticiparse siempre será más barato que corregir.
“Una hora de visita de campo puede evitar semanas de retrabajos, pérdidas económicas y riesgos operativos. No se trata de desconfianza, sino de asegurarse de que cada decisión técnica esté basada en hechos, no en suposiciones.”